Título: #malditos16
Autor: Nando
López
Ediciones
Antígona, S.L. - 11ª Edición.
Resumen: Y tú, ¿volverías
a tener dieciséis años?». Ali, Dylan,
Naima y Rober son cuatro jóvenes que se conocieron en el peor momento de su
vida: justo después de querer quitársela. Todos ellos intentaron suicidarse
cuando rondaban los dieciséis y ahora, a sus veintipocos, el hospital donde
estuvieron internados les propone colaborar en un taller con adolescentes en su
misma situación. Acuden con ganas de ser útiles y, a la vez, con miedo de que
las grietas se abran y se liberen de nuevo los fantasmas.
He
leído esta obra, y ahora también querría verla. Leer teatro siempre me provoca
lo mismo, y viceversa, casi siempre, después de verla quiero leerla también.
Me
atrajo el título y el tema, sé que la primera edición es del 2017, fecha
importante porque es “anterior a la pandemia”. Y en ese momento la alerta sobre
la salud mental aún era más débil que ahora.
Pero
yo lo encontré hace unos días, la alarma sobre la salud mental es mayor, y los
datos sobre jóvenes cuya muerte es por suicidio están encima de las mesas de
los informativos y redes sociales. Se están empujando socialmente para que se
haga algo más que promesas.
Leo
la obra y convengo con ella que el espacio en el que una persona se cuestiona
su identidad siempre es complejo. Unos llegan antes de los 16 y otros después.
Pero vale, compro la edad que presupone esta obra. La compro y me pienso en mi
proceso de “construirme” (si caso aún lo he terminado) y me duelen algunos
pasos no dados, y acaricio los momentos en los que los di.
Y
es que los personajes de esta obra te llevan a esos momentos en los que todos
nos hemos buscado, nos hemos rebelado contra lo que somos y de dónde venimos.
Hemos pasado con peor o mejor fortuna por ese desierto tan lleno de ruido que
es crecer. Y no todos crecen igual, ni todos tienen la fortuna de encontrar
profesionales que les apoyen.
Profesionales
que también crecen, que también pelean, sufren y se apagan en su particular
pelea por creer en las personas más allá de los presupuestos. Y este personaje también me interpela y me duele.
Esta
obra me ha llevado a pensar la difícil gestión de las emociones, la soledad
enorme de cuando no te comprenden (no cuando “te sientes” sino cuando “vives
incomprendido”). Y el difícil momento de “no merece seguir viviendo”. Qué dolor
tan hiriente y qué vergüenza no disponer de un acceso más visible a la salud
mental.
Qué
rabia que los profesionales no cuenten con más profesionales para poder
compartir la carga que supone tener listas de espera de más de 3 meses de
personas que están sufriendo la falta de salud. Porque éste, es un problema de
salud, no solo de adolescentes.
Reconozco
que ahora se me han abierto las ganas de seguir leyendo a Fernando J. López así
que tendré que ponerme al día con este autor.
Si
tienes la posibilidad de ir al teatro ve, si es a ver esta obra: ve. Y si sabes
dónde se está mostrando dímelo para que yo también vaya.
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